divendres, 20 de juny del 2008

Un Vell marí per Mallorca

Medio Ambiente confirma en un 90% que el animal visto el domingo por un submarinista podría tratarse de una foca monje
I.OLAIZOLA. PALMA. "Por sus dimensiones, entre 2,80 y 3 metros, y su color blanco y la completa inmovilidad en la que se mantenía, pensé que se trataba de algún tipo de cetáceo muerto. Estaba quieta, relajada, como si estuviera dormida. Pero, cuando me estaba acercando, se giró de repente y me miró con su gran boca abierta. Aunque me sobresalté y me aparté, en ningún momento mostró una actitud agresiva".Este es parte del relato de Alvaro Garí, el privilegiado submarinista que el domingo pudo contemplar a un vell marí en una pequeña gruta de un lugar de la costa mallorquina situado entre los municipios de Calvià y Valldemossa, ubicación exacta que el conseller de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, no quiso desvelar al tiempo que insistía en pedir prudencia: "es muy importante no molestarlos, no acercarse a más de cien metros y, en caso de que lo hagan ellos, dejarles hacer. Por eso pido prudencia y respeto para este ejemplar que ha aparecido en nuestras costas y que, en estos momentos, podemos decir a un 90% que se trata de un vell marí". El conseller reveló además que desde el mes de mayo se han producido cuatro avistamientos de este ejemplar, todos ellos en el tramo de costa mencionado."Todo empezó cuando un grupo de submarinistas alemanes me alertaron de que había algo en la cueva. Me sumergí y fui a ver de qué se trataba. Cuando se giró y me vio, me semioculté en una roca situada a la entrada de la gruta, una oquedad situada a unos cinco metros de profundidad, y desde allí pude contemplar como nadaba en su interior a lo largo de unos diez minutos. Le hice fotos pero la visibilidad en el interior de la cueva era muy mala", afirmaba ayer Garí mostrando unas imágenes en las que apenas se intuía el ejemplar."Todo acabó cuando se acercó un compañero y la foca pareció percatarse de su presencia y escapó rápidamente, a una gran velocidad. Ya no la vimos más", concluyó su relató el submarinista.Por su parte, Grimalt insistió en pedir prudencia y respeto a todos los particulares que vean al ejemplar de foca monje al tiempo que reclamaba su colaboración instándoles a comunicar estos avistamientos bien a la conselleria de Medio Ambiente o a la conselleria de Pesca."Todavía no sabemos si se trata de un vell marí o de un foca atlántica, pero tras analizar las imágenes que nos ha facilitado Garí podríamos asegurar en un 90% que se trata de un vell marí, especie que desapareció de nuestro litoral ahora hace cincuenta años", recordó el conseller.Grimalt recalcó que, cuando se determine el sexo del ejemplar aparecido en aguas mallorquinas, éste hecho podría favorecer futuros convenios con otros países donde pervive este mamífero marino para conseguir ejemplares con los que intentar una reintroducción en Balears.Joan Mayol, jefe del servicio de Protección de Especies de la conselleria de Medio Ambiente, pese a que bromeó sobre el hecho de que el vell marí ha optado por la franja costera mencionada, indicó que Cabrera sería el lugar idóneo para esta reintroducción, sitio con el que coincidió Patricia Arbona, directora general de Pesca, junto a la reserva del Migjorn. "Es una noticia cargada de ilusión", resaltó.Mayol señaló que se desconoce de donde proviene el animal aunque reveló que la mayoría de los quinientos ejemplares de esta especie en grave peligro de extinción se hallan en Mauritania, Marruecos, Madeira y en Grecia y Turquía en el Mar Egeo.